No has llegado
y ya jugamos por primera vez,
en ese columpio
entre la despedida y la bienvenida.
Mientras agarro impulso,
me despido de la vida que conozco hasta ahora: de esta versión de mí,
de esta versión de nosotros,
de esta versión de mi cuerpo,
de estas horas de sueño,
de estas mañanas y madrugadas.
Me voy soltando
de todo un poco, en realidad.
Y la nostalgia sopla suave.
Mis pies rozan el aire,
mis brazos se aferran al instante. Y allá arriba
en el punto más alto,
ahí donde encandila el sol,
te imagino.
Yo te daré la bienvenida. Y tú, sin saberlo,
me la darás a mí.
Cuando sea mi turno,
te presentaré el mundo: a tu papá,
a tu familia,
a tu casa.
Te recibiré en mis brazos, y nuestras lágrimas
se unirán en mares
solo para nosotros.
Y tú,
le darás la bienvenida a mi nueva vida: a la nueva versión de mí,
a la nueva versión de nosotros,
a la nueva versión de mi cuerpo,
a las nuevas horas de sueño,
a las nuevas mañanas y madrugadas.
Me enseñarás
de todo un poco, en realidad.
No has llegado
y ya jugamos por primera vez,
en ese columpio
entre la despedida y la bienvenida.
Un juego más,
de tantos que nos esperan.
@byclaudialopez