El día llega y la tan esperada prueba sale positiva, quizás pasaron meses o años. Unas mujeres en el camino pierden a sus bebés y otras los dan a luz. Cada historia es única e irrepetible, pero todas y cada una de ellas son tan valiosas como piedras preciosas.
En la vida no existen las casualidades y en este mundo de posibilidades infinitas, estamos destinados a pasar por una serie de sucesos en nuestras vidas que nos pueden destruir o construir. Todo depende de qué lado de la historia queramos estar.
No quiero contar la parte triste de mi vida, porque en este blog solo existe mucha esperanza y mucho amor. Pero si quiero compartir la parte mágica que vino después de mi pérdida, cuando mi bebé de 6 meses dejó de vivir dentro de mí.
Cuando el mundo se viene abajo y estás sumergido en la oscuridad, siempre habrá una luz. Y dentro de esa luz, podrás encontrar la magia y los milagros. Así es como, dentro de mi tristeza, cuando no encontraba la esperanza en el hospital en donde me encontraba, me asomé por la ventana después de cuatro días sin poder levantarme, vi un conejo en medio de un patio, en un lugar donde solo había carreteras. Ahí fue cuando sentí un rayo de energía pasar por mi ser, con la certeza de que lo que había presenciado era una señal de ella, de alguna forma se estaba tratando de comunicar conmigo, de decirme que todo estaría bien y que confiara en el plan, el plan que ya estaba destinado desde el día en que nací.
Los sucesos de la vida no son cuestión de buena o mala suerte, sino que ya están destinados. Cada persona en este mundo tendrá sus propios desafíos, con el único propósito de crecer, aprender, elevar nuestras almas y llenarnos de puro amor.
Los retos que nos trae la vida, son caminos difíciles de subidas y bajadas. Sin embargo, puedo asegurar que dentro de ese camino siempre estamos acompañados de nuestros ángeles, guías o seres queridos que ya no están con nosotros físicamente. Las señales que recibimos de ellos son reales.
Cuando mi papá falleció, tuve tantas señales que me convencieron de que existe algo más allá de lo que podemos ver y tocar. Existe un vínculo eterno que nos conecta con nuestros seres queridos, ángeles y guías o como cada quien le quiera llamar. No solo lo digo por experiencia personal, sino que hay mucha evidencia de todos estos sucesos a lo largo de la historia.
Recuerdo que cuando mi papá murió, dejé de creer en todo, solo pensaba que morías y no existía nada más, mi mundo se volvió gris y sin magia. Lo que creía que eran señales pensaba que era mi mente jugando un papel importante en mi vida para sobrevivir al dolor que mi alma estaba sufriendo. En mi libro “Mi conexión al cielo” platico la historia en la que mi mamá y yo presenciamos un suceso sobrenatural que me hizo volver a creer en todo lo que había desaparecido tras la muerte de mi padre. Ese suceso me impulsó a sacar mi mejor versión y a encontrar un propósito más profundo en la vida.
Los tiempos son perfectos, a menudo queremos acelerar y planificar las cosas a nuestro modo y a nuestro tiempo, pero se nos olvida que existe un plan mayor.
Entre más fluyamos en él, más se van dando las cosas y más viviremos en el presente. Disfrutar el embarazo sin acelerarlo, sentarse a contemplar este momento único e irrepetible. Es tan mágico que se salen las lágrimas de tan solo sentir y saber que dentro de nosotras hay otro corazón que palpita al ritmo de la vida, tan fuerte y tan lleno de amor.
Un amor que solo las madres conocemos, un amor que trasciende el tiempo y el espacio. Es un amor a ciegas, que no conoces, pero ya amas. Esto es vida, esto es lo más hermoso que una mujer puede experimentar. Disfrutemos cada día.
El único regalo que verdaderamente existe es hoy. Hoy es el día en que puedes comenzar a cambiar. Hoy es el día en que decides lograr tus metas y hoy es el día en que le empiezas a sonreírle a la vida.
Si has experimentado una pérdida o varias antes de este embarazo, quiero decirte que no estás sola. Vivir un embarazo después de la pérdida es todo un desafío, pero recuerda que siempre estás acompañada. Pide tus señales y estas te llegarán.
Busca ayuda si la necesitas, en mi libro "Mi conexión al cielo" comparto varias técnicas y consejos, así como historias de todas las señales que recibí. Todo esto con el fin de ayudarte en tu camino hacia el nuevo bebé.
Te deseo lo mejor en esta etapa de tu vida, que los ángeles y la luz divina te iluminen y te cuiden para lograr un parto lleno de luz, esperanza y sobre todo lleno de mucho amor.
Con cariño,
Natalia M. Padilla Padilla
Link de página web
https://www.meconvertienunangel.com